¿El proyecto de ley sobre infraestructuras ayudará a la cadena de suministro?
Durante gran parte del verano, hubo mucho interés sobre proyectos de ley de gran alcance en dos frentes: el proyecto de ley bipartidista sobre infraestructuras de 1.2 mil millones de dólares para los próximos cinco años y un plan legislativo bipartidista similar para fomentar la competitividad de Estados Unidos en la industria de los semiconductores. Ambas iniciativas son importantes para los fabricantes y distribuidores electrónicos, pero una avanzó mientras que la otra se estancó en la mitad del proceso.
El lado de la infraestructura
El año ya termina y la ley de Empleo e Inversiones en Infraestructuras avanza para mejorar carreteras, puentes, puertos, aeropuertos y los sistemas de transporte y automóviles,1 mientras que la ley para la industria de los semiconductores no ha sido presupuestada. Para los fabricantes que se esfuerzan en que los materiales lleguen a las fábricas, se obtengan las piezas de los proveedores y los socios y los clientes reciban los productos terminados, no cabe ninguna duda de que hay una brecha entre la Infraestructura que tenemos y la que necesitamos. La nueva ley promete muchas mejoras que ayudarán a los fabricantes directa o indirectamente, ya sea si reciben los productos por tren, carretera o mar. Estos son los puntos destacados:
- 110 mil millones de dólares para rutas, puentes e importantes proyectos de transporte
- 66 mil millones de dólares para el transporte ferroviario de pasajeros
- 11 mil millones de dólares en seguridad para la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes, la Administración de Seguridad de Tuberías y Materiales Peligrosos y el programa “Safe Streets for All” (“Calles seguras para todos”)
- 39 mil millones de dólares para el tránsito, incluidyendo las subvenciones a la inversión y el programa de adquisición de vehículos de “bajas” o “cero” emisiones
- 25 mil millones de dólares para aeropuertos
- 17.3 mil millones de dólares para puertos y vías navegables
- 46 mil millones de dólares para inversiones en resistencia de las infraestructuras
- 7.5 mil millones de dólares para autobuses escolares y ferris con cero emisiones o bajas emisiones de carbono y otros 7.5 mil millones de dólares para vehículos eléctricos y autobuses escolares y ferris con bajas emisiones de carbono
- 65 mil millones de dólares para banda ancha
- 55 mil millones de dólares para infraestructura hidráulica
- 73 mil millones de dólares para inversiones en infraestructura de la red eléctrica y energética
Figura 1: Si se aprueba, la ley de infraestructura prevé mejoras en carreteras, puentes, puertos, ferrocarriles, la red energética, internet de banda ancha y mucho más. Tal vez alivie a los fabricantes de los grandes dolores de cabeza que ocasionan las cadenas de suministro. (Fuente de la imagen: CNN)
El nuevo proyecto de ley requiere la creación de una Oficina de Políticas e Infraestructura Multimodal de Mercancías dentro del Departamento de Transporte y aporta 100 mil millones de dólares en fondos discrecionales que se podrán utilizar para mejorar la circulación de mercancías. Esa entidad gestionará programas de subvenciones y también asistirá a los gobiernos locales, estatales y federales en la creación de políticas de mercancías que promuevan la eficiencia en las cadenas de suministro. En un nivel de base, también exige la creación de un programa de pasantías de seguimiento comercial que comenzará en enero.
¿Qué pasa con los semiconductores?
Al mismo tiempo, la fabricación de semiconductores es una carga igualmente pesada para el sistema. Actualmente, el hecho de que solo el 12 % de los chips (una cifra citada por una gran variedad de fuentes2) que se venden mundialmente se fabrican en Estados Unidos continúa siendo problemático, tanto en términos del abastecimiento de los componentes necesarios como del desarrollo de empresas tecnológicas nacionales sólidas. En 1990, ese cifra era del 37 %, un marcado descenso. En otras partes del mundo, los gobiernos han ofrecido atractivos incentivos a los fabricantes para que trasladen la producción a su ubicación geográfica.
Figura 2: El gobierno de EE. UU. tiene una oportunidad para luchar contra la tendencia de la participación en declive del país en la industria mundial de semiconductores. Los sólidos programas de incentivos serán un paso importante en esa dirección. (Fuente de la imagen: Asociación de la Industria de Semiconductores y Boston Consulting Group)
En junio, el Senado aprobó el proyecto de ley bipartidista Innovación y Competencia (USICA)[1] para promover el liderazgo de Estados Unidos en la ciencia y la tecnología. Incluye 54 mil millones de dólares en inversiones federales para la investigación, el diseño y la fabricación de semiconductores nacionales establecidas en la ley CHIPS for America. Sin embargo, la Cámara de Representantes todavía no ha apoyado el proyecto de ley, por lo cual languidece.
En parte esto puede relacionarse con que existe un acuerdo general sobre el tema (necesitamos chips), pero hay menos claridad sobre cómo conseguirlos (algunos temen que imponer medidas duras a China podría empeorar las cosas al interrumpir el comercio).
El extenso y agitado debate sobre qué necesita la economía estadounidense no tiene respuestas sencillas. No obstante, todos los consumidores y las empresas reconocen la importancia de dar el debate. Ningún proyecto de ley o intento legislativo va a solucionar todos los problemas, pero, sin dudas, las cadenas de suministro y la tecnología de chips son dos vías importantes de progreso.
Referencias:

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