¿Por qué Chromecast, Airplay y Bluetooth no se llevan bien?
El hardware y el software que ayudan a que los productos hablen el mismo idioma
Cuando los ingenieros diseñan los últimos y mejores dispositivos electrónicos de consumo, la compatibilidad se convierte en una conversación importante, pero peligrosa. Si ha leído mis blogs anteriores en DigiKey, sabrá que soy partidario de la compatibilidad con versiones anteriores y crítico de las guerras de formatos. Sin embargo, también entiendo que los debates de ingeniería sobre los ecosistemas a menudo se reducen a los presupuestos, la tecnología, el hardware, la logística, la programación, la propiedad intelectual y la planificación. La comunicación inalámbrica, como Chromecast, Airplay, Bluetooth y Wi-Fi, es un buen ejemplo.
Un transceptor de radiofrecuencia compatible con 802.11 a/b/g/n/ac, Bluetooth v4.1 GPIO, I2C, SPI, UART y USB 5Gbps. (Fuente: Deepwave Digital, NVIDIA y DigiKey).
Chromecast y Bluetooth se utilizan casi tanto como Wi-Fi. Sin embargo, Airplay no siempre se lleva bien con los demás. Apple ha flexibilizado las restricciones sobre qué terceros pueden utilizar su protocolo de comunicación inalámbrica patentado, pero sigue siendo un ecosistema cerrado en su mayor parte. Por otro lado, Google y el Bluetooth Special Interest Group (SIG) han optado por la vía del código abierto, lo que permite que una amplia gama de hardware y software se integre en los ecosistemas de los pares, cada vez más amplios.
La pregunta es: ¿Los ingenieros y, por extensión, los consumidores pueden ganar ofreciendo productos que interactúen con todas estas tecnologías de comunicación inalámbrica?
¿Qué tienen en común las tecnologías de comunicación inalámbrica?
En esencia, todas las tecnologías de comunicación inalámbrica funcionan de la misma manera. Los transmisores toman una señal electrónica y la transforman en una onda de radiofrecuencia. Luego, un receptor capta la onda y vuelve a traducir el mensaje en una señal electrónica. Los transceptores son dispositivos que pueden enviar y recibir estas señales. Las diferencias entre Wi-Fi, Chromecast, Airplay y Bluetooth radican en cómo se traducen, codifican y transmiten esos mensajes. Es decir, hablan de la misma manera, pero en distintos idiomas.
Desde el punto de vista del hardware, los ingenieros pueden diseñar fácilmente productos electrónicos de consumo que interactúen con los cuatro protocolos de comunicación inalámbrica, para lo cual deben seleccionar un transmisor compatible con las distintas frecuencias a las que funcionan estos protocolos. En otras palabras, garantizar que un producto pueda interactuar con todos los protocolos es sobre todo un reto de software.
¿Qué separa los ecosistemas Wi-Fi, Chromecast, Airplay y Bluetooth?
Bluetooth funciona por su cuenta. Utiliza la banda de frecuencia de 2.4 GHz para permitir que los aparatos electrónicos cercanos se comuniquen entre sí. Bluetooth Classic limita esta comunicación entre dos dispositivos, pero tiene un tope de datos de 3 Mbps. Bluetooth de bajo consumo (BLE) consume menos energía, como su nombre indica, pero también permite que varios dispositivos se comuniquen entre sí al mismo tiempo. El inconveniente de BLE es que tiene un límite de datos de 2 Mbps. Cuando los ingenieros diseñan productos electrónicos de consumo, es posible seleccionar un transceptor compatible con Bluetooth, pero no con Wi-Fi, Chromecast o Airplay.
Resulta irónico que Wi-Fi sea la base de Chromecast y Airplay, ya que todos funcionan en las bandas de frecuencia de 2.4 GHz y 5 GHz. Las dos tecnologías competidoras se apoyan en Wi-Fi para permitir la comunicación entre varios sistemas de la misma red. Por eso existen varias soluciones de software que permiten a los dispositivos Chromecast comunicarse con los dispositivos Airplay, y viceversa, sin necesidad de ampliaciones de hardware. Este denominador común también explica por qué cualquier transceptor compatible con 802.11 a/b/c/g/n en teoría puede funcionar con Wi-Fi, Chromecast o Airplay. Sin embargo, ese transceptor podría o no conectarse a Bluetooth. El ancho de banda de Wi-Fi 6 es de unos 9,600 Mbps, el de Airplay de unos 54 Mbps y el de Chromecast de 60 Mbps.
La principal diferencia entre Chromecast y Airplay es que, al transmitir datos, la tecnología de Google indica a los equipos que accedan directamente a la transmisión. Los dispositivos Airplay, en cambio, reciben el flujo y lo transmiten al equipo. Por eso es posible apagar un teléfono Android cuando se utilizan la mayoría de las funciones de Chromecast, mientras que los dispositivos Apple deben permanecer encendidos para todas las funciones de Airplay. Dicho de otro modo, los dispositivos Chromecast actúan como un mando a distancia, mientras que Airplay actúa como una caja de cable.
Resumen
Vale la pena señalar que, dado que los dispositivos Chromecast acceden directamente a una transmisión, tienden a experimentar mejores calidades visuales y de audio que con Airplay o Bluetooth. Por eso, a menos que esté diseñando un producto para dirigirse a las comunidades Apple o Bluetooth, es una buena opción asegurarse de que el diseño es compatible con Chromecast.
Para obtener más información sobre la tecnología de transceptores y los sistemas inalámbricos con los que son compatibles, visite la lista de productos de DigiKey.

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